miércoles, 16 de septiembre de 2009

Camino de Santiago (II)

El Camino de Santiago llegó a su fin. Ha sido una experiencia gratificante. Una de las mejores formas que conozco de pasar unas vacaciones.


Para todos aquellos que dudan, y yo era uno de ellos, me atrevo a afirmar que el camino es una realidad espiritual, independientemente de que te muevan razones religiosas, turísticas o deportivas. Caminar día a día, horas de silencio y soledad, senderos históricos, ciudades de piedra y caminos que albergan las huellas que incontables peregrinos han dejado durante siglos, compartiendo, de alguna forma, experiencias parecidas. Cada uno se pone en marcha con sus interrogantes y sus deseos, con sus energías y capacidades, con su fé o su ausencia de fé. En el camino se vive una experiencia que deja huella y que transforma desde dentro, se está abierto, con los ojos, el oído y el corazón, para dejarse transformar por él. Es una sensación de alguna forma similar a cruzar la meta de un primer maratón.


Un abrazo a todos aquellos con los que junto con mi familia Marco y Casilda, hemos compartido momentos, Daniel y Alberto, Sara y Germán, Ana y Lorena, Pedro, Fernando y tantos otros.

2 Amigos que han opinado:

Espartano dijo...

Me alegro que te hayas disfrutado tanto en el Camino de Santiago. Como ya te comente, ya lo realice desde Roncesvalles hasta Finisterre, algo inolvidable y que espero repetir.
Cuidate.

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

La verdad es que hay unas localidades preciosas. He hecho parte de la ruta en coche. Pero las verdaderas vivencias se hacen andando. Saludos.

Plantilla creada por laeulalia basada en la harbor de blogger.